Título original: 竹取物語 [Taketori Monogatari]
País: Japón
Bella historia fantástica de una mujer muy hermosa que nace de un bambú, que pone a prueba el amor de sus pretendientes, y resulta ser una princesa de la Luna.
La historia comienza cuando Kaguyahime, que así se llama la chica, es encontrada dentro de un bambú por un viejo cortador de bambú, ella mide unos pocos centímetros, pero es adoptada por el humilde cortador de bambú y su esposa que la crían como su hija hasta que crece de un tamaño normal y se hace una mujer joven y muy hermosa.
La fama de la belleza de Kaguyahime se propaga por amplios territorios. Ya se encuentra en edad casadera y empiezan a llegar muchos pretendientes, pero ella se niega a recibirlos. Así muchos desisten, pero hay unos pocos que siguen acudiendo a la casa del cortador de bambú para que logre convencer de que ella elija a un esposo de entre tantos pretendientes.
El viejo cortador de bambú trata de convencer a Kaguyahime, pero ella dice que primero deberá probar el amor de sus pretendientes y a los más tenaces, que eran cinco, les pide objetos legendarios para que los traigan como regalos.
Al príncipe Ishitsukuri le pide el Cuenco de Piedra de Buda.
Al príncipe Kuramochi le pide una rama del árbol de oro que está en la montaña en el mar oriental de Hoorai.
Al Ministro de la Derecha Abe no Miushi le pide la piel del ratón de fuego (una piel que es incombustible al fuego).
Al Gran Consejero Ootomo no Miyuki le pide la joya de cinco colores que lleva el dragón en su cuello.
Al Segundo Consejero Isonokami le pide una de las conchas (cypraea) que llaman koyasugai que guardan las golondrinas.
Los pretendientes protestan por tomar por imposibles estas peticiones, pero sin embargo hacen el esfuerzo de hacer la búsqueda. Cada uno tiene distinta suerte, pero algunos vuelven con algunos de estos objetos legendarios, sin embargo Kaguyahime logra descubrir que algo estaba mal en los regalos y termina rechazando a todos los pretendientes.
Ella contesta con poemas a cada uno de sus pretendientes y cada resultado de cada aventura en busca de los objetos legendarios se convierten en el origen de muchos dichos en japonés, que son juegos de palabras que rememoran el destino de los pretendientes.
Todos estos sucesos llegaron a oídos del emperador del Japón y siente curiosidad por la belleza de esta chica tan difícil, la manda a llamar a su palacio, pero ella rechaza la invitación. Así que organiza una campaña de caza cerca de la casa del cortador de bambú y logra ver a Kaguyahime. Va tras ella, intenta atraparla, pero ella se convierte en sombra. Así él se retira sin poder llevarsela. Solo le manda un poema. Ella le responde con otro poema. Pasan los días y el emperador empieza a obsesionarse con la belleza de Kaguyahime, así que le envía otro poema en una carta y ella le responde igual. Así pasan 3 años mandándose cartas con poemas.
Pero un día ella se pone triste porque le cuenta a su padre adoptivo, el viejo cortador de bambú, que ella es una princesa de la Luna, y que pronto sus verdaderos padres vendrán de la Luna y se la llevaran, por eso rechaza a todos los pretendientes.
El viejo le cuenta eso al emperador y este ordena que todo un ejército rodee la casa del cortador de bambú donde vive Kaguyahime para que nadie se la lleve, pero aún con todo eso de nada sirve, porque se quedan todos paralizados cuando del cielo bajan unos seres luminosos que eran la gente de la Luna, dicen que habían enviado a Kaguyahime a hacer penitencia en la Tierra por haberse portado mal, pero ahora ya había finalizado su tiempo de castigo, así que se la llevarían de regreso a su lugar de origen. Kaguyahime se siente triste por su partida pero deja una carta para sus padres adoptivos de la Tierra y un poema para el emperador. Luego la gente de la Luna le ponen un vestido celeste de plumas con la cual se borran sus sentimientos y su memoria en la Tierra para así volver a la Luna dejando tristes a sus viejos padres adoptivos, que nunca tuvieron hijos, y al emperador que solo le quedó escribir un poema final. Luego de eso le ordenó a un subalterno que llevara la carta a la montaña más alta, el monte Fuji, y la quemara junto con un elixir que le había dejado Kaguyahime, que era el elixir de la inmortalidad. De ahí el origen del humo que bota el monte Fuji, en dirección al cielo.
El libro que leí tenía varias notas que explican los juegos de palabras en japonés que había en los poemas cortos, que son varios, y también hay explicaciones de varios hechos culturales japoneses.
La historia a pesar de ser muy antigua, me resultó muy fresca, encantadora, fácil de leer e interesante. Es una de las historias más antiguas que se conservan de la literatura japonesa y la primera obra escrita en caracteres silábicos japoneses que se conoce. Pero más allá de su importancia en la literatura japonesa es una obra que puede gustar a todo tipo de público por la forma tan sencilla que es contada.